En Desperta Ferro Moderna n.º 14: Carlos V y La Liga de Esmacalda podrás encontrar: «Sebastián Schertlin von Burtenbach» por Julio Sánchez Hernández (Universidad de Sevilla).
El cuerpo de lansquenetes fue creado por Maximiliano I, abuelo del emperador Carlos V, a imagen de los piqueros Suizos. Hay tres grandes generaciones de lansquenetes. A la primera pertenece Georg von Frundsberg, vencedor en Pavía y conocido como el padre de los lansquenetes. Schertlin von Burtenbach sirvió con Georg von Frundsberg y es el más famoso de la segunda. Lazarus von Schwendi representa a la tercera. Sebastián Schertlin von Burtenbach (Schorndorf 1496- Augsburgo 1577) vivió una vida de intensa actividad guerrera que le llevó de simple soldado a una posición sólida e influyente. En la imagen podemos ver al protagonista de este artículo, por Dominicus Custos.
Tengo entendido que pese todos los problemas religiosos no había ningún incoveniente en que soldados protestantes se encuadraran en las filas de Carlos V (situación parecida a los ejércitos mercenarios de la Guerra de los Treinta Años), y entre dichos protestantes estarían algunos lansquetes.
A veces la guerra hace amistades un tanto extrañas. Sin ir más lejos: en la guerra de los Treina Años, los franceses, católicos, hicieron la guerra a los hugonotes, que eran protestantes. Sin embargo, debido a la rivalidad con España y el Imperio, Richelieu se alió con los suecos y los neerlandeses. Otro ejemplo se da durante la Commonwealth de Oliver Cromwell: los irlandeses, también católicos, lucharon junto a lo que quedaba de los ejércitos realistas contra las fuerzas de Cromwell en Drogheda y Wexford. Así es la guerra, simplemente un juego de amistades a conveniencia.